El proyecto limita el uso presidencial de los decretos y fija un plazo de 90 días para su validación parlamentaria
04/09/2025 23:14 — NacionalEl Senado de la Nación aprobó por amplia mayoría un proyecto que busca restringir el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) y establecer un nuevo mecanismo de control legislativo. La iniciativa, que obtuvo 56 votos a favor, ocho en contra y dos abstenciones, fue girada a la Cámara de Diputados, donde se definirá su futuro.
La propuesta establece que los DNU deberán ser ratificados en un plazo de 90 días corridos por ambas Cámaras “con mayoría absoluta”, y que caerán automáticamente si una sola las rechaza. El esquema actual permite que los decretos se mantengan vigentes mientras no sean objetados, sin límite temporal.
Además, cada DNU deberá referirse a un único tema específico, evitando la acumulación de disposiciones en un mismo texto.
La cordobesa Alejandra Vigo, miembro informante y presidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales, sostuvo que los DNU son “instrumentos de excepción que contravienen la idea de separación de poderes”, y remarcó la necesidad de “atenuar el presidencialismo que guio a la reforma constitucional de 1994”.
Desde la UCR, Pablo Blanco celebró el avance del proyecto al señalar que busca “terminar con la pésima costumbre que varios gobiernos han tenido sobre el uso y abuso de los DNU”, y apuntó contra la ley 26.122 sancionada en 2006.
En la misma línea, la neuquina Lucila Crexell calificó a los DNU como mecanismos “metidos por la ventana” tras la reforma del 94 y criticó que durante años se aprobaron “sin control efectivo, incluso modificando o creando leyes, una atribución exclusiva del Congreso”.
La peronista Florencia López también respaldó la reforma, asegurando: “Queremos reivindicar facultades que son propias del Congreso. Si no votamos esta reforma, no somos dignos de volver a nuestras provincias”.
Desde La Libertad Avanza, el jefe de bloque Ezequiel Atauche cuestionó la iniciativa al sostener que los DNU han sido utilizados por todos los gobiernos y que la propuesta actual busca “quitarle al Presidente una herramienta clave en un escenario de minorías parlamentarias graves”.
El texto aprobado en el Senado será tratado en Diputados, donde se anticipa un debate intenso. Si logra sanción definitiva, significará un cambio histórico en el funcionamiento de los decretos presidenciales, aunque desde el oficialismo ya se especula con un eventual veto del Poder Ejecutivo.