Sturzenegger desmintió que la reforma laboral extienda la jornada a 13 horas y defendió la iniciativa del Gobierno

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, rechazó las versiones que aseguran que la reforma laboral impulsada por el Gobierno habilitaría jornadas de trabajo de hasta 13 horas. “Eso no tiene ningún asidero, es un disparate. Nunca se discutió eso en la propuesta del Gobierno”, aseguró el funcionario, quien además defendió el espíritu del proyecto que se debatirá próximamente en el Congreso Nacional.

Sturzenegger sostuvo que la iniciativa busca atacar un problema estructural del mercado laboral argentino: la falta de empleo formal y el alto nivel de informalidad. “La Argentina hace diez años que no crea empleo formal y la mitad de nuestra fuerza de trabajo es informal. Este es un debate que hay que dar para formalizar el trabajo y mejorar las condiciones del empleo registrado”, explicó.

El ministro también cuestionó los sobrecostos e impuestos que, según su análisis, encarecen la contratación y desalientan la creación de empleo. “El empleo formal se transformó en una canasta de la cual todos muerden: la industria del juicio, los sindicatos, las cámaras empresarias. Eso no genera ningún beneficio directo para el trabajador”, señaló.

En cuanto al proyecto de ley, Sturzenegger aclaró que no modifica los límites legales de la jornada laboral. El texto propuesto incorpora un nuevo artículo (197 bis) en la Ley de Contrato de Trabajo, que establece que las convenciones colectivas podrán adaptar regímenes laborales a las condiciones productivas de cada actividad, respetando siempre las 12 horas mínimas de descanso entre jornadas y los topes legales vigentes.

El funcionario defendió además la idea de flexibilizar los convenios colectivos para permitir acuerdos regionales o por empresa, en línea con modelos aplicados en países como Alemania o Italia. Según sus estimaciones, esa modificación permitiría aumentar el empleo formal en zonas menos competitivas del país.

Sturzenegger enmarcó la reforma laboral dentro de un paquete más amplio de transformaciones estructurales impulsadas por el gobierno de Javier Milei, que incluye la reforma tributaria, la actualización de los códigos Civil y Penal, y una nueva Ley Bases II. “El objetivo es claro: mejorar y formalizar el empleo, no recortar derechos. La condición indispensable para una reforma previsional es que la mitad de los trabajadores deje de estar en la informalidad”, concluyó.