Y si no me tienen paciencia…

En las brillantes y pulcras oficinas 🏛️ donde se deciden los destinos de nuestra nación, un nuevo aire de prosperidad parece haber soplado. No para todos, claro está. Mientras el ciudadano de a pie 👣 se aprieta el cinturón hasta el último agujero, nuestros legisladores, en un acto de pura y desinteresada filantropía, han decidido premiarse a sí mismos 💰 con un aumento digno de su incansable labor.

Un gesto de nobleza que, sin duda, nos llena de orgullo. Porque, ¿quién podría negar que su ardua tarea de levantar la mano ✋ merece una compensación acorde a su sacrificio?

En el otro extremo de la balanza ⚖️, el jubilado 👵👴, ese ser que ya dio todo lo que tenía para dar, asiste con la misma resignación de siempre a la burla. Su haber, ese monto que se evapora 💨 antes de llegar a sus manos, es un chiste de mal gusto que ya nadie se molesta en contar.

Y mientras tanto, los grandes analistas económicos 📊 debaten el precio de la canasta básica 🥖🥚🥛, ese mito urbano que nadie puede comprar. Porque para ellos, es solo un número en una tabla de Excel. Para nosotros, es la cruda realidad de tener que elegir entre comprar pan o pagar la luz 💡.

En esta tragicomedia 🎭, las instituciones actúan como el Chavo del 8. Esconden las macanas debajo de la alfombra y cuando la sociedad se impacienta, responden con un "Y si no me tienen paciencia...". Una frase que resume la apatía y el desprecio por los ciudadanos que, al fin y al cabo, son los que bancan la fiesta 🎉.

Mientras tanto, en la trinchera del día a día, el municipal 👷‍♂️, ese héroe anónimo y olvidado, se las ingenia para sobrevivir. Su sueldo, que apenas alcanza para pagar las deudas del mes anterior 📉, es un recordatorio constante de que hay una gran brecha entre los que deciden y los que sufren las consecuencias.

Una realidad que, a pesar de todo, no logra doblegar su espíritu 💪. Porque sabe que, aunque el viento sople en su contra 🌪️, no hay otro camino que seguir adelante.

Y mientras caminamos como animales al matadero 🐑, se escucha una voz que entre risas, dice:

…”Y si no me tienen paciencia…” 😏