A pocos días de las elecciones, Kicillof visitó a la ex presidenta en el domicilio de San José 1111, donde cumple prisión domiciliaria. Hablaron de política, tensiones internas y la estrategia electoral.
01/10/2025 21:10 — NacionalFinalmente, tras más de 100 días de detención y luego de la presión del kirchnerismo duro, Axel Kicillof visitó a Cristina Fernández de Kirchner en el departamento de la calle San José 1111, donde la ex mandataria cumple prisión domiciliaria.
El encuentro se concretó este miércoles y se extendió durante una hora y media. Según pudo reconstruirse, la charla fue calificada como “buena” y “constructiva” por ambas partes, aunque no hubo foto del encuentro, un detalle que evidencia que las tensiones todavía persisten.
El eje central de la conversación fue electoral: la necesidad de unificar fuerzas de cara a los comicios de octubre. “Hay que sumar voluntades para la elección”, coincidieron los equipos de ambos dirigentes. También discutieron sobre la situación nacional e internacional, en un contexto político y económico complejo.
Kicillof buscó con este gesto acercarse nuevamente a la líder del kirchnerismo y frenar el “fuego amigo” que sectores de la propia tropa cristinista venían alimentando. La reunión se interpretó como un primer paso hacia la recomposición de la relación.
La última vez que ambos se habían visto fue el 10 de junio, en la sede del PJ, antes de la detención de Cristina. En esa ocasión, Kicillof fue recibido con frialdad por la militancia, que le recordó que el liderazgo peronista “sigue estando en manos de una mujer”.
Desde entonces, referentes del cristinismo reclamaban públicamente que el gobernador bonaerense visitara a la ex presidenta. La demora en concretar el encuentro había sido leída como una intención de distanciamiento por parte de Kicillof, lo que alimentó reproches internos.
Pese a la detención, Cristina Kirchner mantiene un rol activo: recibe dirigentes, envía mensajes a plenarios, participa de reuniones políticas y marca la agenda con críticas directas al gobierno de Javier Milei.
Aunque ya no puede ser candidata, busca reafirmar su centralidad en el peronismo y en la política nacional. Su encuentro con Kicillof se inscribe en ese movimiento de piezas: reorganizar al espacio y evitar fracturas en la recta final hacia las elecciones.