Bolsonaro comenzó a cumplir su condena a 27 años tras quedar firme la sentencia por intento de golpe

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro comenzó este martes a cumplir la condena de 27 años y tres meses de prisión por el intento de golpe de Estado ocurrido tras su derrota electoral en 2022. La pena quedó firme luego de que el Supremo Tribunal Federal (STF) considerara agotadas todas las instancias de apelación disponibles.

Bolsonaro, de 70 años, fue trasladado a una pequeña sala de doce metros cuadrados dentro de la sede de la Policía Federal en Brasilia, donde permanecerá recluido. El espacio, según imágenes oficiales, cuenta con una cama individual, una mesa, un televisor y estanterías de madera, sin adornos ni decoraciones.

El exmandatario se encontraba detenido de manera preventiva desde el sábado pasado, acusado de riesgo de fuga y de haber intentado sabotear una tobillera electrónica mediante una soldadora casera. Ese episodio ocurrió mientras cumplía arresto domiciliario por incumplir medidas cautelares relacionadas con el mismo proceso.

La defensa insiste en apelar

Pese a que el STF dio por concluido el caso, la defensa de Bolsonaro anunció que presentará un nuevo recurso. El abogado Paulo Cunha Bueno calificó como “sorprendente” que el tribunal haya considerado inadmisible un recurso “aún no presentado” y aseguró que insistirán en las vías disponibles.

La decisión del Supremo

El juez Alexandre de Moraes, relator del expediente, determinó el cierre definitivo del proceso y ordenó que Bolsonaro comience a cumplir la sentencia en la misma sala policial, garantizándole atención médica permanente debido a sus problemas de salud.

Bolsonaro sostiene que su deterioro físico se debe a las secuelas de la puñalada que recibió en 2018, durante la campaña electoral en la que resultó electo presidente. En su descargo, atribuyó el intento de dañar la tobillera a supuestos efectos secundarios de medicamentos antidepresivos que, según dijo, le habrían provocado “alucinaciones”.

El caso por intento de golpe

El STF concluyó que, tras ser derrotado por Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones de 2022, Bolsonaro encabezó una conspiración para impedir la investidura del ganador y mantenerse ilegalmente en el poder. La investigación abarcó funcionarios, militares retirados y asesores del expresidente.

Con la sentencia ya firme y el inicio de su reclusión, Brasil atraviesa un nuevo capítulo en la causa judicial más sensible de su historia reciente.