Tragedia en Hong Kong: 55 muertos y 279 desaparecidos tras incendio masivo

Hong Kong atraviesa uno de los episodios más graves de las últimas décadas tras el incendio que destruyó siete de las ocho torres del complejo residencial Wang Fuk Court, ubicado en una de las zonas más densamente pobladas del territorio. Las autoridades confirmaron 55 muertes y mantienen la búsqueda de 279 personas desaparecidas, mientras los bomberos continúan trabajando para extinguir los últimos focos activos.

El fuego se inició el miércoles por causas que aún se investigan y avanzó rápidamente entre los edificios de gran altura, obligando a evacuar a casi mil residentes. Testimonios de vecinos describen escenas de pánico y corredores cubiertos de humo que dificultaron la salida de cientos de personas. Los equipos de emergencia debieron rescatar a varios habitantes desde balcones y azoteas, en un operativo que se extendió durante toda la noche.

Entre las víctimas fatales se encuentra un bombero que perdió la vida durante las tareas de rescate, un hecho que evidencia la magnitud del operativo y la velocidad con la que se propagó el fuego. Las autoridades señalaron que se trata de uno de los incendios más letales registrados en la ciudad desde finales del siglo pasado, pese a los estrictos estándares de seguridad que suelen regir en grandes complejos residenciales.

La gravedad del siniestro derivó en la inmediata detención de tres directivos de una empresa constructora, sospechados de negligencia. Los investigadores evalúan si fallas estructurales, incumplimientos normativos o irregularidades en el mantenimiento del complejo pudieron haber agravado la propagación del incendio. Las autoridades confirmaron la existencia de “irregularidades graves” detectadas en las primeras inspecciones, aunque no brindaron detalles sobre las imputaciones.

Mientras columnas de humo seguían visibles este jueves, cientos de bomberos continuaban enfriando sectores internos para permitir el ingreso de equipos especializados de búsqueda. Las imágenes difundidas mostraron fachadas ennegrecidas, estructuras dañadas y ventanas fundidas por las altas temperaturas, lo que reactivó el debate público sobre la calidad de las infraestructuras y la supervisión estatal en zonas de alta densidad.

La cifra de desaparecidos mantiene en alerta a las autoridades, que anticipan que el número de víctimas podría aumentar a medida que avancen las inspecciones. El gobierno local anunció asistencia económica y logística para las familias afectadas, mientras organizaciones humanitarias instalaron centros temporales para los evacuados, muchos de los cuales lo perdieron todo.

La investigación oficial continuará con peritajes estructurales, declaraciones de testigos y análisis técnicos, en una tragedia que vuelve a exponer la vulnerabilidad de los complejos habitacionales de gran escala y la necesidad de reforzar los controles de seguridad en una de las ciudades más densamente pobladas del mundo.