Noticiero KIng
20/08/2025 00:14 — LocalDar a conocer parte de nuestra historia entre médanos, viñedos, algarrobales y chañares.
Un lugar mágico y único, donde la tierra generosa de antaño acunó entre sus brazos a la familia Llauco Carrizo. Con el paso de los años fueron forjando y abriendo caminos hacia la prosperidad.
Parte de nuestra historia ha quedado dormida entre médanos, como vigía silenciosa de nuestros ancestros y antepasados.
Es fundamental revivir el pasado y buscar nuestras raíces, abrazando esa majestuosa Cordillera de los Andes que se extiende desde Copiapó hasta el Medanito de Saujil, dejando plasmada esta historia real para las nuevas generaciones.
En el año 1800 nace don Manuel Llauco, esposo de Rosario.
Hijos: Félix Llauco y Martina Llauco.
Félix Llauco: 1870
Francisca Carrizo: 1865
Isidora Llauco Carrizo: 1889
Tomás Llauco Carrizo: 1890
Ignacio Llauco Carrizo: 1893
Ladislao Llauco Carrizo: 1895 — conocido como El Arriero de los Andes
El 29 de enero de 1884, un formidable crecimiento de agua, originado por intensas lluvias en las serranías que en forma de herradura rodean Medanitos, produjo una gran inundación. Todos los arroyos que bajaban hacia el campo de Palo Blanco, Yacuchuya, Agua Negra, Chuquisaca y Tatón se transformaron en torrentes, arrastrando gran cantidad de aluviones que sepultaron totalmente a Medanitos, destruyendo viñedos y plantaciones. Todo quedó como una tabla rasa.
La población logró salvarse, aunque muy afectada. Al día siguiente, el 30 de enero, una segunda avalancha de agua y aluvión completó la destrucción iniciada el día anterior.
A la orilla del río Abaucán, desde Andalucía hasta Medanitos, antes de la llegada del tren, se sembraban y cosechaban aceitunas, uvas, trigo, maíz, cebada y alfalfa. Con estos cultivos se alimentaba y engordaba el ganado vacuno y mular, que luego era trasladado en arreos hacia Chile, Perú y Bolivia, en viajes que duraban entre 10 y 15 días.
La ruta del arriero de los Andes tuvo como pionero a don Ladislao Llauco Carrizo. Lo acompañaban los hermanos Lezcano Robledo, con quienes realizaron numerosas y largas travesías. Sus recorridos incluían San José de Tinogasta, El Puesto, La Falda, Anillaco, Campo de Los Morteros, Fiambalá, Guanchín, Loro Huasi y Angostura.
También atravesaron parajes de la alta cordillera como Chaschuil, La Coipa, Cortadera, Cazadero Grande, Las Losas, Las Peladas, La Gruta, la Vega de San Francisco y el Paso de San Francisco.
Los Llauco fueron reconocidos arrieros y baqueanos de la Cordillera de los Andes y del cordón de San Buenaventura. Transportaban granos, ganado en arreos y tejidos hacia Chile por la Quebrada de La Troya y por Cienaguitas hasta San Antonio de los Cobres y Calama.
Conocían muy bien el Qhapaq Ñan, el Camino del Inca, que utilizaban para trasladarse por la montaña. Existen miles de historias de sus viajes, muchas de ellas ya perdidas en el tiempo.
“Felicitaciones, Iván, y gracias por traer en este siglo la epopeya de tus ancestros, para conocimiento de los jóvenes, no sólo de Tinogasta.
A mis 77 años me hiciste recordar cuando nuestros abuelos, en aquel tiempo, recomendaban: ‘Hacé el camino de Llauco, que es el más seguro’.
Fuerte abrazo.”
Testimonio: Juan Carlos Márquez
Federación: Argentina
(Iván Alfredo Llauco Reinoso)
Ivanllauco@gmal.com