El tratado de libre comercio deberá ser aprobado por los 27 países del bloque y el Parlamento Europeo. Agricultores europeos y gobiernos como el de Francia y Polonia advierten que la apertura a productos sudamericanos amenaza su producción local.
03/09/2025 10:58 — NacionalLa Comisión Europea puso en marcha este miércoles (3 de septiembre de 2025) el proceso de ratificación del acuerdo comercial con el Mercosur, un paso decisivo tras años de negociaciones, aunque en un contexto de tensiones políticas internas y fuertes resistencias de sectores agrícolas europeos.
La validación por parte de los comisarios europeos marca el inicio del trámite formal que llevará el tratado ante los Estados miembros y el Parlamento Europeo. El objetivo de Bruselas es alcanzar la ratificación antes de que termine el año, mientras el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ocupa la presidencia rotatoria del Mercosur.
El avance del acuerdo coincide con una crisis política en Francia, donde el primer ministro François Bayrou enfrenta una moción de confianza que podría derribar al gobierno. Desde hace meses, sindicatos agrarios franceses como la FNSEA rechazan el pacto por considerar que perjudicará a los productores europeos.
Polonia también se manifestó en contra. El vicepresidente del Gobierno, Władysław Kosiniak-Kamysz, aseguró que su país busca formar una "minoría de bloqueo" junto a Francia e Italia para frenar el acuerdo. “No apoyaremos sus medidas. Este pacto amenaza la seguridad alimentaria y expulsará productos polacos del mercado europeo”, advirtió.
El tratado prevé que la Unión Europea incremente sus exportaciones de automóviles, maquinaria y bebidas alcohólicas a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, mientras que los países del Mercosur obtendrían acceso preferencial para carne, azúcar, arroz, miel y soja, entre otros productos.
Para la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, se trata de un acuerdo “beneficioso para ambas partes, con ventajas significativas para consumidores y empresas”. Sin embargo, gobiernos como el de Polonia y organizaciones de agricultores europeos insisten en que los estándares de producción en Sudamérica son “mucho más bajos”, lo que generaría una competencia desleal.
La ratificación no dependerá de la unanimidad de los parlamentos nacionales, sino de una mayoría cualificada de al menos 15 Estados miembros que representen el 65% de la población de la UE, además del aval del Parlamento Europeo.
El desenlace se prevé para los próximos meses y será clave para definir el futuro de las relaciones comerciales entre Europa y Sudamérica. Mientras tanto, la presión política interna en países como Francia y Polonia amenaza con complicar un acuerdo que la Comisión Europea pretende cerrar antes de fin de año.