El expresidente mantiene silencio público, pero envía señales a sus aliados: no habrá acercamiento sin una agenda programática definida.
17/09/2025 10:07 — NacionalMauricio Macri atraviesa un período de hermetismo tras la dura derrota que sufrió el oficialismo en la provincia de Buenos Aires. Sin pronunciarse sobre el revés electoral de Javier Milei ni sobre las crisis políticas que sacudieron a la Casa Rosada, el líder de Pro evita dar gestos de apoyo directo al Gobierno. Sin embargo, en la intimidad marca condiciones: no habrá diálogo con Milei sin una hoja de ruta clara.
En el macrismo repiten que el Ejecutivo nunca lo llamó formalmente y que cualquier acercamiento debe estar respaldado por un esquema de trabajo concreto. “¿Hablar de qué? ¿Para qué?”, se preguntan cerca del expresidente, que desconfía de los gestos de Patricia Bullrich y Guillermo Francos en busca de recomponer la relación.
Macri insiste en que su apoyo al rumbo económico de Milei —el equilibrio fiscal y las desregulaciones— no alcanza para compartir una foto electoral. Reclama “reglas claras” en lo institucional y rechaza los ataques del Presidente a medios, empresarios y dirigentes opositores.
El exmandatario también recuerda que en enero propuso una mesa de diálogo con un equipo técnico de Pro, pero nunca recibió respuesta. Ese silencio lo interpretó como un destrato de parte de la Casa Rosada, donde ubica a Karina Milei como la principal resistencia a un entendimiento.
Mientras tanto, el comunicado que difundió Pro tras la presentación del Presupuesto buscó enviar un doble mensaje: respaldo al equilibrio fiscal, pero también la necesidad de previsibilidad y seguridad jurídica para atraer inversiones.
Aun con la distancia marcada, Macri cree que Milei lo necesitará como socio parlamentario después del recambio legislativo del 10 de diciembre. En el PRO ya lo ven como un actor clave para asegurar la gobernabilidad en un escenario político fragmentado.