Israel y Hamás habrían acordado una tregua bajo mediación de EE. UU., Egipto y Qatar. Se espera que los rehenes sean liberados pronto.
08/10/2025 22:44 — InternacionalEl presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este miércoles que Israel y Hamás firmaron la primera fase de un acuerdo de paz que contempla la detención del fuego en la Franja de Gaza y la liberación de todos los rehenes en manos del grupo islamista. El anuncio fue realizado desde la Casa Blanca y ratificado a través de un comunicado oficial y una publicación en su red Truth Social.
“Estoy muy orgulloso de anunciar que Israel y Hamás han firmado la primera fase de nuestro plan de paz. Esto significa que todos los rehenes serán liberados muy pronto, e Israel retirará sus tropas a una línea acordada como los primeros pasos hacia una paz fuerte, duradera y eterna. Todas las partes serán tratadas justamente”, escribió el mandatario estadounidense.
Trump, que ha hecho de su política exterior uno de los pilares más visibles de su gestión, calificó este acuerdo como “un gran día para el mundo árabe y musulmán, para Israel, para todas las naciones circundantes y para los Estados Unidos de América”. También agradeció a los mediadores de Egipto, Qatar y Turquía, países que fueron clave en la concreción de las negociaciones que se desarrollaron durante las últimas semanas en El Cairo.
De acuerdo con fuentes diplomáticas citadas por Reuters y The Guardian, el entendimiento entre las partes fue posible tras una serie de intensas reuniones en territorio egipcio. Por parte de Estados Unidos, participaron el yerno de Trump y asesor presidencial, Jared Kushner, y el enviado especial para Medio Oriente, Steve Witkoff. Del lado israelí, intervinieron representantes del gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, mientras que Hamás envió una delegación encabezada por uno de sus principales dirigentes políticos.
Aunque los detalles del acuerdo aún no fueron revelados oficialmente, trascendió que contempla una liberación escalonada de los rehenes israelíes y extranjeros retenidos en Gaza, en paralelo a una retirada progresiva de las tropas israelíes de ciertas zonas del enclave. Además, se incluirían garantías de seguridad y un mecanismo de supervisión internacional que contará con observadores egipcios, estadounidenses y cataríes.
El pacto también prevé una segunda fase de negociaciones, orientada a establecer un alto el fuego permanente y a delinear un nuevo esquema de administración para la Franja de Gaza, que podría implicar la participación de una coalición internacional bajo supervisión de Naciones Unidas. Sin embargo, la situación sigue siendo frágil y se prevén intensas discusiones en las próximas semanas para definir los términos concretos del retiro israelí y el desarme parcial de las milicias de Hamás.
Horas antes del anuncio oficial, Trump había anticipado que el acuerdo estaba “muy cerca” de concretarse. “Tenemos un gran equipo allí, grandes negociadores. Y, lamentablemente, también hay grandes negociadores en el otro lado”, había expresado el presidente ante la prensa en el Salón Oval. “Creo que hay una buena oportunidad de que suceda. Las conversaciones van bien”, añadió. Minutos más tarde, el secretario de Estado, Marco Rubio, le entregó un documento con la confirmación de que ambas partes habían aceptado la primera fase del acuerdo.
De concretarse en su totalidad, este sería el octavo conflicto armado que la Casa Blanca logra poner fin en menos de un año de gestión, consolidando la narrativa de Trump como un “presidente de la paz”, una etiqueta que él mismo ha promovido desde su retorno a la Casa Blanca.
A nivel internacional, la noticia generó reacciones inmediatas. El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó el acuerdo como “un paso alentador hacia el fin de una tragedia humanitaria prolongada”, aunque advirtió que “la verdadera prueba será su implementación efectiva y el compromiso sostenido de las partes”. Desde Europa, los gobiernos de Francia, Alemania y el Reino Unido también saludaron el anuncio, aunque pidieron garantías de que el alto el fuego sea “duradero y verificable”.
En Israel, la reacción fue cautelosa. Voceros del gobierno confirmaron que el acuerdo “se limita a una primera etapa” y que “la seguridad nacional seguirá siendo la prioridad absoluta”. Por su parte, fuentes vinculadas a Hamás celebraron el pacto como “una victoria para la resistencia” y afirmaron que “la liberación de los rehenes y la retirada de las fuerzas de ocupación” constituyen una “prueba de que el pueblo palestino nunca será doblegado”.
El acuerdo, que se firmó en Egipto bajo estricta confidencialidad, representa un giro significativo en el conflicto que desde hace meses mantiene a Gaza en una crisis humanitaria sin precedentes. Desde el inicio de las hostilidades, miles de civiles han perdido la vida y buena parte de la infraestructura del enclave ha quedado destruida.
De cumplirse lo pactado, el cese del fuego podría entrar en vigor durante las próximas 48 horas. Los organismos internacionales y los principales aliados de Estados Unidos ya preparan el despliegue de misiones humanitarias para atender a la población civil, mientras el mundo observa con expectación si este nuevo intento de paz logra poner fin a uno de los conflictos más persistentes y complejos del siglo XXI.