El mandatario norteamericano habló ante la Knesset en medio de una ovación tras la liberación de los últimos rehenes vivos de Hamas. “Es el amanecer de un nuevo Medio Oriente”, aseguró.
13/10/2025 10:46 — InternacionalDesde Jerusalén. En una jornada que ya fue calificada como histórica, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, habló este lunes ante el pleno del Parlamento israelí (la Knesset), en el cierre de una etapa de guerra que duró más de dos años. Su discurso, interrumpido en varias ocasiones por aplausos y ovaciones, se produjo horas después de confirmarse la liberación de todos los secuestrados con vida en poder del grupo terrorista Hamas en Gaza.
“Hoy los cielos están en calma, las armas callan, las sirenas se han apagado y el sol sale sobre una tierra santa que por fin está en paz”, dijo Trump con tono solemne, abriendo un discurso cargado de simbolismo. “Es el fin de una guerra, el fin de una era de terror y el comienzo de una era de fe y esperanza”.
A las 13 en punto, hora local, el mandatario norteamericano ingresó al recinto bajo una ovación de más de tres minutos. Visiblemente emocionado, agradeció a los legisladores y al pueblo israelí “por no rendirse jamás”. “Este es el amanecer histórico de un nuevo Medio Oriente”, sostuvo.
Trump recordó las críticas recibidas por su estilo confrontativo y celebró los resultados alcanzados: “Nadie pensaba que íbamos a lograrlo. Decían que era imposible, pero los 20 rehenes están de regreso, vivos, y eso cambia todo”.
Durante su intervención, el presidente norteamericano definió el acuerdo como un punto de inflexión.
“No se trata solo del final de una guerra, sino del final de una era de terror. Empieza una nueva era de fe, esperanza y de Dios”, enfatizó. “Las fuerzas del caos y del odio que azotaron a esta región durante décadas están hoy debilitadas, aisladas y derrotadas”.
En un tono de reconciliación, Trump hizo un llamamiento a la unidad política en Israel. Dirigiéndose al primer ministro Benjamin Netanyahu y al líder opositor Yair Lapid, bromeó: “Ya no están en guerra, pueden ser más amables, Bibi”. Luego, mirando al presidente israelí Isaac Herzog, lanzó una frase que generó risas y sorpresa: “Oiga, tengo una idea… ¿por qué no le concede el indulto?”.
El mandatario también dedicó parte de su discurso a los palestinos.
“Esta es su oportunidad de alejarse para siempre de la vía del terrorismo y la violencia. La elección no puede ser más clara”, dijo.
Trump aseguró que la paz alcanzada no será “una pausa”, sino “el principio de algo permanente y más grande que todos los que hoy estamos aquí”.
Tras su paso por Israel, el mandatario viaja ahora a Sharm el Sheij, Egipto, donde más de veinte líderes mundiales —entre ellos los jefes de Estado de Reino Unido, Francia, Italia y España— participarán en una cumbre destinada a firmar el acuerdo que ponga fin definitivo a la guerra en Gaza y siente las bases de una nueva etapa de estabilidad.
El plan que se discutirá incluye tres ejes:
el desarme progresivo de Hamas,
la creación de una fuerza internacional de seguridad, y
la formación de un nuevo gobierno civil en Gaza, acompañado por un programa de reconstrucción y asistencia humanitaria.
La liberación de los rehenes, el alto el fuego y el inminente acuerdo de paz representan un triunfo geopolítico sin precedentes para Trump, que consolidó su figura como mediador en un conflicto históricamente complejo.
“Hoy Israel respira. Hoy el mundo puede creer otra vez que la paz en Medio Oriente no es una utopía”, resumió uno de los asesores del mandatario.
En medio de vítores, Trump cerró su discurso mirando a los legisladores israelíes:
“A medida que el humo se disipa y el polvo se asienta, amanece una región transformada. Este es un momento muy emocionante para Israel y para toda la humanidad”.
“Hoy comienza una era de fe, esperanza y paz. Y esta vez, para quedarse.”